domingo, 12 de diciembre de 2010

Siento, luego existo.


¿Cuántas veces te haz encontrado en una habitación llena de personas y aun así te sientes en total soledad?, ¿Cuan confiable puede ser un sujeto?, ¿Cuánto puedes confiar en ti mismo?

Te preguntas cuando estás ahí para todos, pero nadie esta para ti, aprendes a valerte por ti mismo, sin tener que necesitar de los demás aunque ellos sigan necesitándote y no te sientes a gusto cuando no haces las cosas tú mismo, llenándote de jactancia o presunción, es algo simple, pero cierto, cargo con tantos secretos y no encuentro un lugar seguro en donde depositarlos, a veces simplemente, me gustaría ponerlos en el interior de un cofre y liberarme del peso que todos ellos conllevan. Pero no es posible, elegí cargar con ellos y así aprendí a vivir.

No me siento seguro, sin importar donde esté ellos pueden encontrarme, sin importar lo que haga los fantasmas de mi pasado siguen atormentándome, entrando una y otra vez en mis pesadillas.

Mi mente vuela y no la puedo parar, esto, no me gusta en lo absoluto, me siento impotente. Los últimos días me la he pasado en cama pensando en cada momento que me hizo sentir mal intentando encontrarles una razón, pero no lo logré.

Todo lo que viví me hace ser orgulloso y me hace pensar -¿Qué tan mala persona puedo ser?- No puedo confiar en nadie, ya no es fácil ¿Por qué? ¿Por qué me niego a hacerlo?

Las cosas han cambiado, yo he cambiado y empiezo a ver que estoy dejando salir lo que se ha guardado durante años dentro de mí, actúo sistemáticamente, con indiferencia ante lo que anteriormente me habría alegrado y con intolerancia ante cosas que habría pasado por alto. Estoy dejando de ser optimista y de alguna manera comienzo a ver el odio como algo familiar.

Esta noche tuve un sueño, en el tenía todo lo que había deseado, sin embargo no era feliz, nadie me importaba, había en mi tanto resentimiento y terminé destruyendo todo aquello que antes quería, mientras reía al hacerlo. Tengo miedo de llegar a saber que eso, es lo que siento realmente.

Observo a las personas y he aprendido de ellas, la manera en que se comportan, su manera de pensar, ver lo que intentan ocultar, he aprendido que el mundo es hipócrita y cada quien actúa para su beneficio.

Alguna vez me dijeron -¿Cuál es tu juego?-, pero yo no juego, yo vivo e intento ver cada día como una nueva oportunidad para ser mejor... Lo que no te mata te hace más fuerte, pero normelmente triunfa al segundo intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario